Para entender lo anterior debemos comentar que poseemos a lo menos seis cuerpos energéticos sutiles que se superponen al cuerpo físico, estos cuerpos vibran cada uno en diferente dimensión de espacio-tiempo a la que normalmente percibimos con nuestros cinco sentidos.
Hasta 1939 no había como comprobar esta teoría pero ese año el ingeniero eléctrico Semyon Davidovitch Kirlian, descubrió en forma casual que al exponer cualquier cuerpo vivo o inanimado a cierto campo electromagnético, este entraba en resonancia con las energías sutiles quedando plasmados los campos energéticos en una película fotográfica común. Este halo luminoso tenía coloración variada, con predominio de blanco, azul, rojo, amarillo y algunas veces de violeta y verde.
La Fotografía Kirlian permite actualmente, realizar diagnósticos bastante exactos en relación a estados de ánimo y enfermedades de la persona que se someta a esta evaluación, la cual consiste en fotografiar los dedos del paciente. Gracias a este sistema se ha podido detectar enfermedades antes que se manifiesten en el cuerpo físico, como por ejemplo: el cáncer. Esto constituye un importante método preventivo que no conviene desdeñar.
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